
Tenemos la suerte de estar rodeados de un paraje natural lleno de avellanos autóctonos y dónde podemos plantar y cosechar nuestras plantas aromáticas.

Nos pasamos mucho tiempo, estudiando, para plantar únicamente variedades de plantas que se puedan adaptar al medio. Evitando así, el uso de químicos para obligar a una especie a adaptarse.